15 de septiembre de 2024

Decisión

Deuteronomio 30, 15

Hoy te doy a elegir entre la vida y la muerte, entre el bien y el mal.

Estimado lector,

Casi nadie en Alemania recordará el 15 de septiembre de 1949. Fue entonces cuando Konrad Adenauer fue elegido primer Canciller Federal por el Bundestag alemán (el parlamento alemán). Adenauer tenía entonces 73 años y gobernó durante 14 años. 

Su elección como Canciller Federal fue extremadamente reñida. Fue elegido Canciller por una mayoría de un solo voto. Esta mayoría de un voto fue decisiva para la futura política de la joven República Federal de Alemania. Adenauer conduce ahora a la República Federal a una estrecha alianza con la potencia mundial Estados Unidos. Adenauer busca la reconciliación con Francia. Desea la integración política y económica con los países europeos vecinos.

Este único voto mayoritario fue decisivo para la historia de la joven República Federal. Fue su propio voto el que le eligió Canciller.

Nuestro voto también cuenta. Tu voto puede marcar la diferencia cuando votas políticamente o te implicas en una causa social. Lo mismo ocurre con la fe en Dios. Ya en la antigüedad, Dios daba a su pueblo la opción de decidirse a favor o en contra de él. Era una decisión entre la felicidad y la infelicidad, entre la vida y la muerte. Y así ha sido hasta nuestros días. Dios dice: Quien elige contra mí elige la desgracia, en definitiva elige la muerte.

Los que están a su favor eligen la vida, encuentran la paz y participan en la victoria sobre la muerte con Jesucristo. Los que eligen vivir con Jesucristo eligen la vida, eligen el bien. Te animo a que leas el Evangelio de Juan. Cada frase respira vida. Cada frase trae luz.

Jesucristo quiere una confesión clara. Ya entonces lo exigía a sus oyentes. Dice en el Evangelio de Mateo, capítulo 12 versículo 30: “El que no está de mi parte, está contra mí; y el que conmigo no recoge, esparce.”

 Para él, no hay «no votantes» como en política. En una democracia, puedo decidir si voto o doy la espalda a la política. Eso no es posible con Dios. Jesucristo da a cada persona la posibilidad de decidirse a favor o en contra de él. 

En una papeleta electoral, puedes poner tu cruz al lado del candidato que elijas. Jesucristo pide que hagamos nuestra «cruz» con él, el crucificado. En la cruz del Gólgota, ÉL también cargó con tu culpa. Con ÉL encontramos el perdón y un nuevo comienzo en la vida. Jesucristo nos ha reconciliado con Dios Padre. ÉL nos da la vida eterna. Jesucristo invita a cada persona a elegirlo a ÉL y a decidirse por la vida con Dios. Jesucristo nos invita a elegir una vida con el Padre amoroso del cielo. Tu voz cuenta en el cielo.

Muchas gracias por escucharme. Les invito cordialmente al próximo devocional el 1 de octubre. Que Dios les bendiga. Que te guarde en alma, mente y cuerpo.