15 de septiembre de 2025

Eclesiastés 4, 12

La unidad es necesaria

Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!

Estimados lectores y lectoras:

El sello para este breve sermón proviene de Suiza. El motivo de este sello europeo es muy político. Muestra una cuerda trenzada con siete hilos. El mensaje es claro: solo la unidad puede dar lugar a una Europa fuerte. Una Europa pacífica solo puede surgir de la estrecha interconexión de todos los Estados nacionales. Experimentamos esta unidad política en la Unión Europea. ¡Gracias a Dios!

Pertenezco a la generación que, hasta el año 2022, cuando Rusia atacó Ucrania, solo conocía las guerras europeas por los libros de historia. Es inolvidable mi visita de joven a la cima de una montaña en la Alsacia francesa, el «Hartmannswillerkopf». Allí, durante la Primera Guerra Mundial, soldados alemanes y franceses lucharon durante cuatro años. Muchos miles de soldados murieron o resultaron heridos. Las innumerables tumbas de esta montaña se han grabado profundamente en mi memoria. Hoy en día, la montaña es un monumento conmemorativo contra la inutilidad de las guerras. ¡Sería un lugar ideal para las conversaciones de paz! Después de la Segunda Guerra Mundial, finalmente surgió una amistad entre Alemania y Francia. Por fin, paz entre vecinos.

Las siete cuerdas del sello suizo podrían simbolizar siete caminos hacia una Europa pacífica. Pienso en la democracia, el Estado de derecho y la igualdad. Para mí, entre estas cuerdas también se encuentra un claro NO a cualquier forma de racismo. Sin duda, también se incluyen la dignidad humana, la libertad religiosa y la libertad de expresión. ¿Qué añadiría usted? ¿Con qué «cuerdas» tejería una Europa pacífica?

Jesucristo ya se preocupaba por la paz política y la paz en la familia hace unos 2000 años. En una discusión teológica (Evangelio de Lucas, capítulo 11, 17), explica:

„Todo reino dividido contra sí mismo quedará asolado, y una casa dividida contra sí misma se derrumbará.“

Hoy en día, lamentablemente, asistimos a luchas armadas por el poder en muchos países. Pero Jesús también piensa en las familias divididas. Cuando en las familias solo se excavan trincheras verbales y se hiere con palabras, los lazos familiares se destruyen. La triple cuerda del predicador Salomón puede ser un buen consejo para que las familias se mantengan sanas. Para mí, las tres cuerdas simbolizan la disposición a escucharse mutuamente y a dejarse corregir. Quien solo insiste en su opinión y presenta su punto de vista como la única verdad, bloquea una conversación auténtica. 

En segundo lugar, está la disposición a perdonar. Los cristianos pedimos perdón en el Padrenuestro. El perdón es un problema central para muchas personas. Uno puede permanecer amargado e implacable ante la tumba de otra persona y, por lo tanto, no encontrar la paz interior. El perdón es necesario, incluso cuando ya no es posible la reconciliación.

Y, por último, para mí también es importante la fidelidad. Mantener el compromiso y buscar y encontrar siempre el SÍ al otro. Así como Dios nos es fiel. Dios nos es fiel, incluso cuando fallamos o incluso cuando huimos de él. Sin embargo, él permanece fiel a nuestro lado. Su triple cuerda hacia nosotros es su fidelidad, su gracia y su amor incomprensible. 

Este pequeño sello europeo encierra grandes mensajes. ¡Gracias, Suiza!

Muchas gracias por visitarme y escucharme. Que Dios los bendiga en espíritu, alma y cuerpo. Espero que me visiten en mi próximo sermón breve el 1 de octubre de 2025.