1 de marzo de 2023  El poder de la lengua

 

Así también la lengua es un miembro muy pequeño del cuerpo, pero hace alarde de grandes hazañas. ¡Imagínense qué gran bosque se incendia con tan pequeña chispa! También la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Siendo uno de nuestros órganos, contamina todo el cuerpo y, encendida por el infierno, prende a su vez fuego a todo el curso de la vida. El ser humano sabe domar y, en efecto, ha domado toda clase de fieras, de aves, de reptiles y de bestias marinas; 8 pero nadie puede domar la lengua. Es un mal irrefrenable, lleno de veneno mortal. Carta de st. Santiago, cap. 3, 5-8

Estimados lectores,

 

Los devastadores incendios forestales no sólo son conocidos en California. También en Alemania arden grandes bosques una y otra vez. El Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura escribe en su página web: "La principal causa de los incendios forestales en Alemania en los que se ha podido determinar una causa es el hombre. En 2021, el 16,8% de los incendios forestales fueron causados intencionadamente (incendios provocados)".

 

El escritor de la Carta de Santiago compara el efecto de la lengua con un incendio forestal. Como una pequeña chispa, puede encender un incendio forestal casi imposible de extinguir. Estoy convencido de que todo el mundo ha experimentado ese tipo de "incendios forestales comunicativos". Se ha dicho una palabra o una frase que ha herido mucho a la otra persona. Tal vez sin pensar, o tal vez intencionadamente. Una mala palabra destruyó entonces la confianza. A causa de una disputa, los amigos se separaron y no volvieron a hablarse. Muchos matrimonios fueron destruidos por malas e hirientes palabras.

 

En la política mundial, las palabras de los poderosos han llegado a costar millones de vidas. La orden de hacer la guerra siempre ha tenido consecuencias devastadoras para las personas, los animales y el medio ambiente. Las guerras comienzan con palabras llenas de odio.

 

Este versículo bíblico me reta a ser cuidadoso con mi lenguaje. No quiero herir a nadie con lo que digo. Lo que digo o escribo debe ayudar a los demás. Debe ser una bendición para los demás.

 

Jesucristo dijo las siguientes palabras (Evangelio de Mateo capítulo 12, versículos 36 + 37, Nueva Versión Internacional): “Pero yo les digo que en el día del juicio todos tendrán que dar cuenta de toda palabra ociosa que hayan pronunciado. Porque por tus palabras se te absolverá, y por tus palabras se te condenará.“ 

Te deseo que cada día encuentres palabras buenas y amables para tus semejantes. Palabras que construyan y no destruyan. Palabras que generen confianza. Palabras que te hagan bien.

 

Que Dios nos libre de convertirnos en pirómanos espirituales y lingüísticos. Que nos ayude a preservar y salvar vidas. En todo momento, como los bomberos.
 

Gracias por escucharme. Que Dios les bendiga en espíritu, alma y cuerpo. Les invito cordialmente al próximo sermón corto el 15 de marzo. Hasta entonces: ¡permanezcan bajo la bendición de Dios!

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