15 de abril de 2023, Luz para el mundo
Evangelio de Juan 8, 12+13
Jésus parla de nouveau en public: Moi, je suis la lumière du monde, dit-il. Celui qui me suit ne marchera pas dans les ténèbres: il aura la lumière de la vie.
Mateo 5:14
Üstedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse.
Queridos lectores,
Los sellos de hoy me ayudan a comprender mejor a Jesús. El sello alemán de 1970 simboliza una cruz resplandeciente. El sello noruego muestra un faro histórico.
Jesús dice que es la luz del mundo. Sus palabras brillan. Aportan luz a todas las vidas. Creo que el sello quiere expresar eso. Lo que dice Jesucristo está lleno del resplandor de la verdad. Sus palabras están libres de toda manipulación. Jesucristo trae luz a los pensamientos y sentimientos. Él libera del poder del pecado. Murió en la cruz y se hizo cargo de la carga del pecado que pesa sobre todo ser humano. Ningún ser humano en este mundo está libre del pecado, por muy humano que sea. Sin Jesucristo, el corazón permanece oscuro.
Quien confía su vida a Jesucristo es liberado para vivir una vida nueva como a Dios le agrada. Todas las personas deberían experimentar esto. El Evangelio de Jesucristo es la mejor noticia de todos los tiempos. El texto del sello dice: "El Evangelio a todas las naciones". Esta es la misión de todos los cristianos.
El sello noruego no tiene ningún mensaje cristiano. Simplemente muestra un faro muy bonito. Pero para mí es una imagen con un alto poder simbólico. Los cristianos, dice Jesús, debemos ser la luz del mundo. Es una misión gigantesca. ¿Quién puede ser ese faro de la fe?
Este faro alto y blanco se ve desde lejos. Mide 27 metros de altura. Durante el día, se puede ver desde lejos. Y por la noche, su luz brilla mar adentro. Se supone que los faros orientan y dan seguridad a los barcos. Señalan los peligros.
Jesús instruye a los suyos para que, como un faro, orienten y den seguridad a los demás. Deben ser "visibles" para todos, como una ciudad en una montaña. Sospecho que hace dos mil años no había faros en Israel. Por eso Jesús tomó la imagen de la ciudad en la montaña. Pero el mensaje es claro: los cristianos deben hacer visible el amor de Dios. Hay que proclamar el Evangelio. Debe orientar y, como un puerto seguro, ofrecer protección en las tormentas de la vida. Los cristianos deben ser una luz incluso en las horas oscuras que pueden sobrevenir a cualquiera.
Deseo que los cristianos nos orientemos de nuevo hacia Jesucristo y le pidamos cada día que ilumine nuestras vidas con su luz. Pido que los cristianos volvamos a ser fuente de luz para nuestros semejantes. Transmitamos algo de la luz de la misericordia de Dios, llevemos a este mundo el resplandor del perdón y de la reconciliación.